La disciplina que trata sobre los sistemas de información (SI) está pasando
una crisis de identidad. Para la resolución de la misma algunos autores están
utilizando ideas procedentes de distintas tradiciones filosóficas. Por otra
parte, los SI y sus efectos constituyen un motivo de reflexión inevitable para
la filosofía actual. Estos dos factores han impulsado una aproximación entre
la disciplina de los SI y la filosofía, así como un incipiente diálogo entre
ambas. Empieza, pues, a perfilarse un campo que podríamos llamar filosofía
de la informática, en el que aparecen cuestiones ontológicas, epistemológicas,
metodológicas, axiológicas y otras tradicionalmente filosóficas. En esta
contribución presento una agenda tentativa para la filosofía de la informática.
Trato de aclarar la naturaleza de la misma, cuáles son sus riesgos, las
herramientas intelectuales con las que puede contar, y propongo algunos
núcleos temáticos esenciales.
La filosofía de la informática debería ser también una filosofía para la
informática. La relación ha de ser, pues, un diálogo genuino, y no una mera
reflexión filosófica sobre un objeto extraño. La filosofía puede, en efecto,
aportar claridad sobre la naturaleza y efectos de la informática, en una
perspectiva histórica y contemporánea. Puede, así mismo, colaborar en la
elaboración de una visión de conjunto que capte las relaciones de la
informática con otros campos del conocimiento y la acción humana. También
puede contribuir a la discusión metodológica y a la clarificación de conceptos